Buenos tiempos

Hace un tiempo me había dicho que dejaría de contar historias ajenas, y empezaría a vivir las mías.

Pues bien, debo decir que este año me lo he pasado bien en ese sentido. Pero sobre el estado de los años, de mis años, al menos los de esta década, dedicaré otro post.

Algo que he querido hacer, y de lo cual venía con ciertas ganas de hacerlo desde finales del año pasado, es leer aquellos libros que me había prohibido leer, bien porque no los, porque no los conseguía o porque les tenía miedo. ¿Miedo? Sí, miedo. Siempre le he tenido miedo a esos grandes libros, tipo Rayuela, Cien años de soledad, El principito, incluso; tenía miedo que me defraudaran. Pero este año he decidido librar esos fantasmas, como en otro momento libré otros, y he empezado mi jornada de lectura intensiva.
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